Una pareja de Nueva Jersey, Estados Unidos, demandó a una clínica de fertilidad a la que recurrió para concebir a su hija, dado que cuando la niña cumplió dos años detectaron que tenía “rasgos asiáticos” que no coincidían con los suyos, informaron medios locales.
La pareja acudió a los servicios del Instituto de Medicina Reproductiva y Ciencia de Saint Barnabas Medical Center en Livingston, Nueva Jersey, después de que no logró embarazarse. Los padres dieron a luz a una niña después de que optaron por la inseminación artificial mediante la fertilización in vitro.
Cuando la menor creció y cumplió dos años, los padres notaron que su hija había desarrollado “rasgos asiáticos” contó el abogado de la pareja, Dave Mazie.
Una prueba de ADN realizada a la menor de edad reveló que el esposo no compartía rasgos biológicos con su hija, y que el padre era de ascendencia asiática, según contó Mazie al canal ABC 7.
La noticia afectó tanto a la pareja que se divorció debido al estrés que generó el error. Por esta razón los padres presentaron el 28 de agosto una demanda en contra de la clínica buscando una indemnización monetaria afirmando que aman a su hija pero el error de la clínica les causó gran dolor y sufrimiento, reportó la agencia EFE.
Los demandantes, que se gastaron más de 500 mil dólares en el tratamiento de fertilidad, denunciaron a la clínica por fecundar el óvulo de ella con el esperma de un hombre que no era su marido, de acuerdo con los documentos judiciales.
Además, intentan averiguar quién es el padre biológico de la niña, hoy de seis años, porque padece una enfermedad sanguínea asociada al sudeste asiático, de la que la pareja no es portadora.
“Sigue siendo su hija. La aman. Hoy tiene seis años”, añadió Mazie sobre los padres, que se divorciaron debido a la “tensión” causada por esta supuesta negligencia.
El padre no biológico, que quedó “devastado” por el hallazgo, sigue visitando a la niña pero esperará para revelarle su origen, mientras exige saber si su esperma se utilizó para concebir algún niño.
Un juez de la Corte Superior del condado de Essex ordenó a la clínica que entregue una lista de hombres y mujeres que recibieron tratamiento en las mismas fechas que esta pareja, en torno a noviembre de 2012.
Los abogados de la clínica argumentan que publicar la información infringiría la ley, pero el juez alega que la información personal que permita identificar a las personas se podría suprimir de la lista, no así la del hombre en concreto que tratan de identificar.